El vigente campeón de la liga brasileña dominó la pelota y el juego, pero sufrió horrores para superar en casa la barrera defensiva del modesto equipo de Cochabamba, pero al final logró asegurarse el liderato del Grupo 5 de la Copa Libertadores de América.

La fiesta se hizo esperar, pero llegó.

En tiempo de descuento, cuando el Arena Palmeiras de Sao Paulo estaba desesperando vislumbrando otro empate dramático contra un equipo inferior en la Libertadores, apareció el colombiano para salvar el honor.

Con los nervios de punta, el capitán Dudu lo intentó por la derecha y, tras el rebote y la pelota aún viva en el área, la asistencia de Roger Guedes fue concretada por Mina cuando el reloj ya marcaba el minuto 90+5.

El portero chileno Raúl Olivares reclamó por el gol y se ganó una tarjeta amarilla. Acto seguido, Olego empujó al árbitro y fue expulsado, en medio de una revuelta de los jugadores del Wilstermann contra la terna arbitral por ese fatídico gol en el prolongado tiempo de descuento.

La policía de choque brasileña, incluso, tuvo que intervenir en el campo.

Aunque este no fue el mejor partido del Palmeiras, después del decepcionante 1-1 en el primer partido del Grupo 5 contra el Atlético Tucumán de Argentina, los brasileños no podían darse el lujo de volver a fallar.

Y, así fuera de forma agonizante, los de Eduardo Baptista acabaron sumando tres puntos vitales, dejando en segundo lugar al Wilstermann, que venía de vapulear 6-2 al Peñarol de Uruguay y ya le iba bien el empate a cero.

Pero no a los locales.

Ese 0-0 sabía a derrota para una afición desatada después de que la temporada pasada el ‘Verdao’ conquistara su primera liga en 22 años, y la novena de su historia, convirtiéndose en el equipo con más ligas de Brasil.

Con los bolivianos enrocados en una línea de cinco y cuatro frente al área, el gol del Palmeiras se resistió en la primera parte, sin encontrar espacios.

Los locales se fueron al descanso con un decepcionante 0-0, pese a la destacada actuación del colombiano Miguel Borja, su fichaje estrella, que no logró definir dos cabezazos que hicieron temblar la portería de Olivares.

Con la cabeza fría para no correr y arriesgarse al peligroso contraataque del Wilstermann, el tiempo avanzaba y el gol de los brasileños no llegaba.

Lo intentaron Alejandro Guerra y Jean en la segunda parte, pero desaprovecharon dos buenas oportunidades.

Los 40.000 espectadores del Arena Palmeiras se mordían las uñas ante un equipo local cada vez más nervioso.

Los de Roberto Mosquera, tranquilos, seguían cerrados, satisfechos de que su estrategia funcionara para mantenerse en la cabeza del Grupo 5.

Pero en el descuento apareció Jerry Mina para darle la victoria al Palmeiras y dejar al Wilstermann con las manos vacías.

Con AFP

 

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