En un estadio Luis II que estaba a reventar y ante el Príncipe Alberto, Falcao fue el último en subir a la tarima donde le otorgarían a su equipo el trofeo de campeón.

En medio de la euforia de todos los asistentes y antes de levantar la copa, ‘El Tigre’ tomó el micrófono y en francés le agradeció a los hinchas por apoyarlos en el camino al título.

Después vino el momento esperado, cuando Falcao, como capitán, recibió el trofeo y se la presentó a todo el estadio:

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El Mónaco se corona campeón de Francia por octava vez en su historia y la primera después de 17 años.

El club llegó a 92 puntos, a falta de una fecha para que se termine la liga de Francia y se hizo inalcanzable en la tabla de posiciones. El equipo ganó 29 partidos, empató 5 y solo perdió 3, además que anotó la increíble cifra de 103 goles y solo se dejó encajar 29.

Con estas cifras, el equipo del Principado selló su nueva estrella. A su vez, Falcao, quien fue el capitán y guía del equipo, logró su título 11 en su historial.

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