Será una prueba en la que ‘Nairoman’ buscará conseguir el tono muscular adecuado para emprender su la meta de lograr la hazaña de ganar dos de las grandes de Europa.

Cerca de 170 corredores de doce nacionalidades disputarán a partir de mañana la edición número 60 de la Vuelta Ciclista a Asturias.

“Ha sido la edición que más nos ha costado sacar adelante, sobre todo porque hemos tenido que convencer a Eusebio Unzue de que la Vuelta a Asturias era lo mejor para que sus ciclistas prepararan el Giro”, ha revelado Álvarez-Mendo, director de la prueba, en clara alusión de que cuatro días después del final de la carrera española comenzará el Giro de Italia.

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La prueba en Asturias, que se desarrollará durante tres jornadas con principio y final en Oviedo, discurrirá sobre un terreno de media montaña y en carreteras sinuosas, en el que destaca el final de la segunda etapa en el Alto del Acebo, a 1.200 metros de altitud, en Cangas de Narcea.

En la primera etapa, de 169 kilómetros entre Oviedo y Pola de Lena, los corredores deberán afrontar la subida a cinco cumbres de tercera categoría en los puertos de Carballín Alto, el Alto de La Trapa y el Alto de Carabazo, esté último lo cruzarán tres veces antes de llegar a meta.

El domingo 30 de abril se disputará la que se considera la etapa reina, sobre 177 kilómetros entre Soto de Rivera y Cangas del Narcea, con dos puertos de tercera categoría, uno de segunda y final en el Alto del Acebo de primera categoría y 1.200 metros de altitud, donde se espera que luzcan los escaladores y destaquen los candidatos a ganar la vuelta.

La última fase de la competencia, desde Cangas del Narcea, tendrá un recorrido de 120 kilómetros con un puerto de tercera categoría y uno de segunda con final en la capital asturiana, propicio para los esprints si el pelotón se decide a no tolerar que prospere alguna escapada.

Con EFE.

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