En su mejor partido de la semana, en su pista fetiche, Nadal conquistó el título 50 sobre tierra batida, con lo que supera con uno más al argentino Guillermo Vilas, el 70 en total de su palmarés y el 29 Masters 1000, situándose a uno del serbio Novak Djokovic, en esta categoría.

En una de los tres recintos que mejor conoce y mejor se desenvuelve en el circuito (Barcelona y Roland Garros son los siguientes), Nadal cuajó una soberbia actuación, sobre todo en el primer set, como si hubiera reservado sus mejores golpes para el esprint final por el título, y no solo para vencer a Ramos, sino también para luchar contra la historia del tenis, pues se ha convertido en el primer jugador en la Era Open en ganar diez títulos en el mismo torneo.

Rafael Nadal, tenista español.
Rafael Nadal, tenista español. / AFP.

Y es que desde 1968, cuando se profesionalizó el tenis, nadie había ganado 10 veces un mismo trofeo, ni siquiera el suizo Roger Federer con sus 18 grandes títulos.

Con un 86 por ciento de efectividad en su primer servicio en el primer set, Nadal mandó en el marcador sin que Ramos pudiera hacerle sombra. Lo único que inquietó al de Manacor en los 30 minutos de este primer parcial fueron unos granos de arena en su ojo izquierdo. Salvado este problema con unas gotas, el látigo de Manacor funcionó a discreción, repartiendo por los lados sus golpes, distribuyéndolos como en su mejor momento.

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Ramos vivió siempre en la cuerda floja cada vez que servía. Solo logró confirmar su saque en el segundo juego, y lo cedió dos veces después. Nadal salvaguardó el suyo siempre y sin mácula, sin ceder un solo punto de rotura, para acabar incluso el primer parcial a los grande, con su segundo saque directo.

Después de ceder cinco juegos seguidos, de sacarse los nervios por estar en su primera final de un Masters 1000, Ramos recompuso su juego y creyó más en sus opciones. Las batallas y remontadas que había librado antes contra el británico Andy Murray, el croata Marin Cilic y el francés Lucas Pouille le animaron y llevaron a equilibrar más el duelo, y a que su servicio llevara más peligro.

Pero el de Mataró notó el esfuerzo de sus tres partidos anteriores, disputados todos a tres sets. La parte alta de su muslo derecho se resintió, pidió ayuda al fisio del torneo, tomó pastillas para calmar el dolor, y bastante hizo con mantener el tipo. Cedió su saque en el quinto juego y aunque salvó hasta dos puntos de partido, no pudo con el vendaval que tenía delante.

Albert Ramos, tenista.
Albert Ramos, tenista. / AFP.

Con esta victoria, Nadal rompe su racha, no solo este año, en el que ha perdido las finales del Abierto de Australia, Acapulco y Miami, sino casi un año en blanco, puesto que su último título lo ganó en el Conde de Godó, cuando superó al japonés Kei Nishikori.

No obstante, cabe mencionar que la eliminación prematura del británico Andy Murray (número uno del tenis), el serbio Novak Djokovic (2) y el suizo Stan Wawrinka (3) facilitaron la tarea de Nadal (7) para conservar su corona en el Principado.

Nadal solo perdió una final en el principado ante Djokovic en 2013, cuando venía de ganar ocho seguidas entre 2005 y 2012.

Con EFE y AFP.

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