Gorka Villar (propietario de una empresa de asesoría jurídica para futbolistas y exdirectivo de la Conmebol) y su padre, Ángel María Villar (presidente de la Real Federación Española de Fútbol, RFEF), fueron detenidos por presunta corrupción, y la justicia de su país los envió a prisión sin derecho a fianza.

Según la decisión judicial con la que el juez los mandó a la cárcel, publicada por el diario Marca, después de que Colombia jugó un amistoso contra España, el 9 de febrero de 2011, Gorka recibió dos contratos: uno con Atlético Nacional, el 11 de abril de 2011, y otro con la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), el 20 de junio de 2011.

En el primero, Gorka recibió 9.000 euros ese mismo año, dice el documento.

El segundo, añade la decisión, fue suscrito con el presidente de la FCF de la época (aunque el documento no lo menciona, se trata de Luis Bedoya, corrupto confeso y preso en EE. UU). A Gorka, por el contrato del 20 de junio de 2011, le dieron 15.408 euros ese año y 30.000 euros en 2012.

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Aunque el documento judicial no hace más referencias a Nacional, sí dice que “existe la sospecha de que los hechos de 2011 [o sea, los dos contratos] no son casuales”, pues hay indicios de que, después del amistoso España-Colombia, jugado el pasado 7 de junio de 2017, Gorka habría empezado a tramitar otro contrato con la FCF.

Los indicios se basan en llamadas telefónicas, cuyo contenido aparece transcrito en la decisión del juez. En una, del 20 de abril de 2017, Gorka le dice a su padre lo siguiente: “Te llamé para ver si podías hablar con el colombiano”.

En otra, del 30 de mayo de 2017, Ramón Jesurún (presidente de la FCF) llama a Gorka para hablar del amistoso España-Colombia: “Tu papá me dijo que había unos… un dinero de eso”.

Ese mismo día, Gorka habló por teléfono con su padre (presidente de la Real Federación Española de Fútbol, RFEF) y le pidió atender bien a la delegación colombiana.

El documento judicial hace el siguiente comentario al respecto: “No se entiende lógico el interés de Gorka en asegurarse el buen trato de la RFEF hacia la federación colombiana ─ya que él no debiera ser parte en las relaciones entre ambas federaciones─, sino porque quizá pretenda rentabilizar este gesto en su provecho, ante la posibilidad de un potencial contrato con la FCF”.

Unos días después, el 4 de junio de 2017, Gorka habló con Miguel Liétard, abogado que contrató en su empresa, Sport Advisers SL, y le dice: “lo que no te puedo pedir es que le hables a Ramón del contrato porque eso no funciona así con ellos… Pero sí podéis, sí podéis uno de los dos estar con Alejandro y hablar del tema” (sic). Ese Alejandro, según El Tiempo, es Alejandro Hernández, vocal de la FCF.

El documento agrega: “Gorka VILLAR está preocupado por no poder atender personalmente a la delegación colombiana, toda vez que tiene en ciernes una nueva oportunidad de negocio con la FCF” (sic).

Unos días después, Gorka llamó a Liétard, y este último, antes de despedirse, le dijo: “venga, que vaya bien con los colombianos, tráenos un contrato”.

El documento dice que otro indicio de las buenas relaciones entre Gorka Villar y la FCF es que Sport Advisers SL recibió 124.216 euros en divisas que provenían de Colombia.

Después de que se conoció la decisión judicial, El Tiempo consultó a Ramón Jesurún, que respondió: “Debo decir que nosotros sí le pedimos el pago de un dinero a la Federación Española por la realización del partido amistoso [el de 2017], pago que nunca hicieron. Nunca le pagaron nada a la Federación [colombiana] por el partido”.

Sobre el contrato de 2011 suscrito con Gorka, Jesurún dijo: “La empresa de Gorka, que presta asesorías legales y deportivas, tuvo un contrato con Colfútbol, como creo que lo tienen o tuvieron con algunos clubes colombianos y con varias federaciones de Sudamérica”.

“Ese contrato nunca pasó por el comité ejecutivo, entre otras cosas porque no tenía por qué pasar, pues era resorte del anterior presidente; pero todos sí sabíamos de él. Fue muy utilizado en conflictos internacionales de transferencias de jugadores por los equipos”, añadió.

Hay que resaltar que en ese tiempo Jesurún no era el presidente de la FCF. A ese cargo llegó en noviembre de 2015.

“Ellos ahora estaban ofreciendo sus servicios nuevamente. Inclusive, nos enviaron una carta en estos días en la que insisten en que, a pesar de lo sucedido, puede prestar sus servicios de manera correcta”, agregó Jesurún a El Tiempo.

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