Con las grandes contrataciones que se hicieron durante el verano, en Barcelona todo parecía volver a la normalidad. El arribo de figuras como Lewandowski, Koundé y Raphina, y las declaraciones del presidente Joan Laporta dejaban ver un buen momento institucional.

Pero la realidad, es que la situación sigue siendo delicada en cuanto a lo financiero, y a pocos días al arranque de la temporada se reveló que la renovación del contrato de cuatro jugadores está bajo sospecha por malos manejos.

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Estas renovaciones ocurrieron en octubre de 2020, cuando Josep Bartomeu era el presidente. El Objetivo era ayudar al club en plena crisis económica a raíz de la pandemia del Coronavirus.

De acuerdo con la información que reveló la actual dirigencia culé, Frenkie De Jong, Lenglet, Ter Stegen y Pique, serían los causantes de esta nueva polémica. Y es que los contratos que renovaron estos cuatro futbolistas antes de la salida de Bartomeu, están siendo acusados de incurrir en ilegalidad.

Según cuentan los abogados del equipo, estos nuevos convenios, en los que se acordaron rebajas salariales, significaron un ahorro de 18 millones de euros para en el primer año. Esto cambiaría con el correr del tiempo, pues también se había acordado que en los años siguientes, a tres de estos cuatro jugadores, se les pagaría el doble de su salario.

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El único que no firmó esta cláusula fue Gerard Piqué, quien simplemente rebajó su ficha, y extendió su vinculación hasta el año 2024.

Por ahora el objetivo del Barcelona es que estos contratos ilegales de sus jugadores queden sin validez. La idea es que Lenglet, Ter Stegen, De Jong y Piqué acepten las condiciones que tenían antes de firmar la renovación.