Tras la curva y el inicio de la recta, parecía que el sudafricano Van Niekerk lograría el doblete (después de consagrarse en los 400 metros), pero fue en los últimos metros donde Ramil Guliyev recortó distancia y se acercó al puntero junto al trinitario Jereem Richards.

Finalmente, al cruzar la línea de meta, el suspenso invadió el estadio de atletismo de Londres hasta que le fue reportado al representante de Turquía nacido en Azerbaiyán que él había sido el ganador con un registro de 20.09 segundos, seguido por Van Niekerk (20.11) y Richards (20.11).

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El gran derrotado fue Makwala, una de las 40 víctimas del brote de gastroenteritis detectado en un hotel oficial de los Mundiales, que la víspera de la final tuvo que hacer dos carreras, una de ellas en solitario, para estar en la lucha por las medallas.

Guliyev, que fue octavo en la final olímpica de 2016, se convirtió así en sucesor de la corona en los 200 metros del jamaiquino Usain Bolt, quien se despedirá del atletismo en la prueba del relevo 4×100 este sábado; sin embargo, sus 20.09 segundos de este jueves no acarician los 19.19 del récord mundial que ostenta el ‘hijo del viento’ desde 2009.

En cuanto a las demás finales que se cumplieron en la reciente jornada, el estadounidense Christian Taylor se colgó el oro en el salto triple masculino con una marca de 17.68 metros, mientras su compatriota Kori Carter hizo lo propio en los 400 metros con vallas, con una marca de 53.07 segundos.

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