La Fiscalía ni siquiera ha tomado testimonios en 5 meses, y muchos hinchas creen que la publicación de la información es un ataque al equipo.

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Así lo plantea El Espectador en su editorial, donde califica de “vergonzante la reacción de todos los involucrados“.

Según la denuncia de la mujer, en febrero durante la celebración de la Superliga en un hotel del norte de Bogotá ella negoció tener relaciones con uno de los jugadores. Luego hizo lo propio con otro, pero mientras lo hacía entraron otros 6 futbolistas que la obligaron a tener relaciones contra su voluntad.

El Espectador dice:

– Sobre la responsabilidad de los jugadores:

“Todas las mujeres, incluyendo a las trabajadoras sexuales, pueden negar, en cualquier momento, un acto sexual. Quienes las obliguen e ignoren sus deseos deben ser juzgados y sancionados”

– Sobre la reacción de los directivos:

“Es decir, (el equipo) no sólo se lava las manos sin vergüenza, sino que abandona su responsabilidad social. ¿Acaso el fútbol sólo se trata de conseguir títulos?…Enfrentados a una posibilidad de demostrar su compromiso con el respeto de la mujer, eligieron el peor curso de acción. Ante esa falta de altura moral, poco aportan los títulos deportivos.

– Sobre la Fiscalía:

“Esperamos que el ente investigador pueda esclarecer lo que ocurrió y explicarle al país quiénes fueron los involucrados”.

– Sobre los hinchas:

“Es mezquina esa manía de rodear a los “ídolos” siempre que hay denuncias en su contra, como ha pasado tantas veces en el país y en el mundo”.

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