“Escuché que Movistar esperó un poco, pero la carrera estaba largada y ellos debían detener a Kruijswijk (ciclista fugado). Entonces no podían esperarme y dar a Kruijswijk tres minutos”, contó el ciclista holandés, un poco más en frío después de la movida etapa 16 de la ‘Corsa Rosa’, señala Cycling Weekly.

En esta fracción, Dumoulin tuvo problemas estomacales y se rezagó. En un principio, los equipos de los favoritos, como el Movistar de Nairo Quintana y el Bahrain-Merida de Vicenzo Nibali aflojaron el paso, pero luego de unos kilómetros en los que el líder nada que los alcanzaba, comenzaron los ataques con el fin de atrapar la fuga antes de que terminara la montaña y empezara el descenso final de 20 kilómetros.

Nibali corroboró lo que el holandés supuso y relató que “al principio nosotros esperamos un poco, pero hubo una importante escapada de Kruijswijk por lo que no podíamos esperar mucho más”.

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Nairo dijo que por parte del Movistar hubo juego limpio, pero que después de esperar un poco, otros equipos decidieron acelerar para buscar la etapa.

“No ataqué, ni quise apretar en el momento de crisis de él (Dumoulin). Me parecía respetuoso ya que él también había hecho un gesto de caballero cuando me caí. Hoy también hemos respetado lo de él, ya luego otro equipo ha querido hacer su carrera”, mencionó Nairo sobre lo sucedido, registra Win Sports.

Por su parte, Domenico Pozzovivo del Ag2r-La Mondiale contó que efectivamente el Movistar quiso pagar el favor de días atrás, pero que era imposible esperar hasta el líder los alcanzara.

“La carrera estaba en la subida del final. Si no hacemos duro la última cima, entonces no hay espectáculo”, concluyó.

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