Mis jugadores, desde el inicio del partido, fueron valientes y jugaron al máximo. Pero el árbitro quizás en un momento concreto no fue lo suficientemente valiente, y creo que eso es lamentable”.

Estas fueron las palabras del entrenador japonés en rueda de prensa después de la final en la que el Real Madrid venció 4-2, pero que se tuvo que ir a tiempos extra, pues en los 90 minutos el resultado fue 2-2.

Precisamente, poco antes de que terminara la segunda mitad reglamentaria sucedió una de las acciones más polémicas del partido.

El capitán y defensa del Madrid, Sergio Ramos, cometió una falta y el árbitro se echó la mano al bolsillo para aparentemente mostrarle la tarjeta amarilla, que hubiese supuesto la segunda amonestación y por lo tanto, la expulsión del jugador, con lo que los españoles hubiesen disputado la prórroga en inferioridad numérica.

Sin embargo, el colegiado se echó atrás y no enseñó la segunda amarilla a Ramos, que pudo jugar el alargue, en el que dos goles de Cristiano Ronaldo acabaron decidiendo el título.

Ishi no mencionó directamente la jugada y afirmó que no quería “ir más allá” en esta situación. Por el contrario, alabó lo conseguido por su equipo. “Hemos creado problemas al Real Madrid, pero estos partidos se resuelven por pequeñas diferencias, como decisiones de futbolistas o técnicas”, comentó.

Finalmente, Ishii sostuvo que el Mundial de Clubes sirvió para “mostrar el desarrollo del fútbol japonés” y expresó su deseo de “volver el año que viene como campeones asiáticos”.

Con AFP.

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