El Comité Olímpico ruso está totalmente reintegrado en sus derechos como miembro del COI”, anunció con satisfacción el presidente de la instancia olímpica rusa, Alexandre Jukov, tres días después del final de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang.

“Hoy recibimos una carta del COI en la que se restablece nuestro estatus”, añadió, precisando que esta “reintegración está ligada a los exámenes antidopaje de los deportistas rusos que participaron en los Juegos Olímpicos”.

“En la carta está escrito que (más allá de los exámenes positivos durante los Juegos) todos los exámenes dieron negativo. Así que la decisión automática de nuestro restablecimiento entró en vigor”, prosiguió el dirigente deportivo, aliviado después de “los meses más difíciles de la historia del deporte ruso y del movimiento olímpico en Rusia”.

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Poco después, el COI confirmaba el levantamiento de las sanciones por medio de un lacónico comunicado: “El COI confirma que todos los resultados son negativos. Asimismo (…) la suspensión del Comité Olímpico ruso fue levantada con carácter inmediato”.

La decisión de suspender al ROC, tomada el 5 de diciembre, establecía la posibilidad de levantar dicha suspensión el último día de los Juegos de Invierno, con el fin de permitir a los deportistas rusos desfilar bajo la bandera del país, pero el comité ejecutivo del COI rechazó esa posibilidad la misma mañana del día del desfile de clausura.

Dos casos de dopaje que afectaban a deportistas rusos fueron revelados durante los recientes Juegos; un jugador de curling que dio positivo por Meldonium y que perdió la medalla de bronce en la prueba mixta, y una participante en Bobsleigh a dos, que terminó duodécima.

El presidente del Comité Olímpico Internacional Thomas Bach, había dejado abierta la puerta a una reintegración automática de Rusia si no se descubría ningún otro caso de dopaje durante los Juegos.

Con información de AFP