El futbolista llegó a un Casino de la ciudad de su equipo hacia la media noche y se fue a las 2:00 a.m., deprimido después de perder la cuantiosa suma.
“Wayne estaba siendo extremadamente imprudente, poniendo gran número de fichas para apostar”, contó a Mirror uno de los testigos de esta jugada (no de fútbol) del inglés.
“Él perdió mucho dinero, pero eso solo lo provocó para que apostara más”, dijo el testigo, quien añadió que Rooney estaba tomando cerveza, pero que no parecía estar borracho. “Estaba más interesado en apostar que en tomar”.
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Pese a que es una pérdida de dinero gigantesca, para el deportista puede que no signifique mucho, pues gana alrededor de 400.000 euros a la semana.
No es la primera vez que el inglés se ve envuelto en situaciones similares. En su autobiografía admitió que su esposa Coleen Rooney se había puesto muy brava con él al principio de su carrera por perder 50.000 libras esterlinas en el casino.
La misma pareja del futbolista luego de que se conociera la reciente noticia de Rooney en el casino y al ser consultada sobre la situación en el programa de televisión The Loose Woman –citado por The Sun–, respondió que claramente su marido tiene un problema con el juego.
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