Por este percance, el primero de la clasificación perdió más de dos minutos con sus perseguidores y Nairo Quintana, segundo de la general, quedó a solo 31 segundos.

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En un primer momento, los equipos de ‘Nairoman’ y de Nibali, quien posteriormente ganó la etapa, no atacaron y mantuvieron un paso lento alrededor de 5 kilómetros. No obstante, cuando faltaban 25 kilómetros para la meta, fue Ilnur Zakarin (equipo Katusha-Alpecin) quien metió el primer envión en el grupo de favoritos e impulsó a los demás a acelerar el paso, una decisión que el portal especializado Cycling Weekly calificó como controversial.

Hubo polémica porque en la pasada etapa Nairo sufrió una caída y el líder ordenó esperarlo a que reconectara, como muestra de juego limpio.

Dumoulin no recordó el hecho, ni se quejó porque no hubo reciprocidad, pero sí lamentó su suerte, pues aclaró que no se trató de una enfermedad como tal, sino de una urgencia del momento.

“Estoy decepcionado. Fue un día muy fuerte para mí. Podía haber estado fácilmente con Nibali y Quintana, pero perdí porque tuve un problema. Eso es una mierda”, dijo el holandés al final de la carrera, registra Cycling News.

Por su parte, Nairo dijo que fue una etapa muy fuerte, pero que dejó buenos resultados. “Fue un día muy positivo, con un gran trabajo de equipo. Sabíamos que podíamos recortar tiempo. El líder ha cedido por unas razones u otras”, sostuvo.

Asimismo, afirmó que cuando Dumoulin tuvo el percance, no atacó. “No quise apretar en el momento de crisis de él. Me pareció respetuoso luego que él también lo hizo cuando me caí. Luego otro equipo quiso hacer su carrera“, aseveró.

El colombiano señaló que para esta altura de la carrera los cuerpos de todos están muy cansados y no es fácil sacar diferencias. “Me hubiera gustado sacar hasta cinco minutos, pero la realidad es esa. Muchas veces el querer y el poder es otra cosa. Pero bueno, bastante satisfechos con lo que hemos hecho hoy”, concluyó.

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