“Lo pasó mal, pero al día siguiente se doparía para seguir la estela de sus oponentes, según las fechas de los análisis”, apunta el diario AS.

Agrega el medio que la etapa 18, con final en Santo Toribio de Liébana, no era la más exigente. Sin embargo, un contundente ataque del británico a 500 metros de la meta —al que solo le pudieron seguir el paso Alberto Contador (Trek) y Michael Woods (Cannondale)— le permitió a Froome llegar 21 segundos antes que Nibali a la línea de sentencia y recuperar algo del tiempo perdido un día atrás.

Al término de esa jornada, la diferencia en la clasificación general entre el líder de La Vuelta y el ‘Tiburón’ italiano quedó en un minuto y 16 segundos.

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“El equipo ha hecho un gran trabajo y cuando aceleré en la última subida, Poels me dijo por la radio que Nibali se quedaba y que siguiera acelerando. Hemos conseguido lo que estábamos buscando”, señaló Froome tras dicha acción, citado por ABC de España.

Tres meses después se conoce el presunto dopaje del británico en dicha jornada por la sustancia salbutamol, medicamento para combatir el asma, con la que el campeón de La Vuelta se habría excedido en su consumo.

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