El encuentro de este domingo terminó empatado a un gol, pero el triunfo 1 a 0 que lograron las Águilas en el duelo de ida les dio el cupo a una instancia a la que llegan por primera vez en su corta historia.

Sin embargo, el duelo en el estadio Palogrande generó más ruido por lo que pasó en las tribunas, en los pasillos de los camerinos y en los bancos de suplentes. Antes de que se terminara el primer tiempo, aficionados del Once Caldas lanzaron objetos contundentes a los jugadores de Rionegro.

El más afectado de ellos fue el arquero Lucero Álvarez. En un video publicado en la cuenta de Twitter oficial del equipo, un funcionario de Rionegro aseguró: “Lucero Álvarez, jugador de nuestra institución agredido con petardos, con botellas, con vidrios acá en el estadio porque esta puerta la cerraron”.

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A pocos minutos del final del encuentro se presentaron un par de peleas entre los jugadores de los dos equipos. El resultado de las mismas fue que terminaron expulsados dos futbolistas y el entrenador de Rionegro, Jorge Luis Bernal.

Por los actos vandálicos de este domingo, el estadio Palogrande de Manizales seguramente recibirá sanciones. A pesar de quedar eliminado, Once Caldas confirmó su participación en la Copa Sudamericana 2019.