Tras el paso del monoplaza por la curva 13, sobre una rejilla pintada de blanco y rojo en la zona conocida como ‘piano’, la cual permite el drenaje de esa parte del circuito, la llanta trasera derecha estalló y el francés perdió el control de su máquina para estrellarse, acto seguido, con una barrera de contención.

“No vi nada y entonces, de repente, sentí un gran impacto en la parte trasera derecha, perdí el control y no pude hacer nada. Estoy bien, y eso es lo principal“, declaró el piloto que no sufrió lesiones tras el accidente.

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La sesión de entrenamientos fue suspendida y no reanudada, e hizo que los comisarios se trasladaran hasta el lugar del accidente para inspeccionar lo ocurrido. La rejilla por la que pasó Grosjean terminó doblada y fue reemplazada por una nueva.

“Cosas como estas no deberían ocurrir en el 2017 en ningún circuito”, protestó Guether Steiner, jefe del equipo Haas, citado por Sky Sports, afirmando si hubiera sucedido en plena carrera, esto habría sido un desastre.

Marca recuerda a manera de contexto el incidente que en el Gran Premio de China en 2005 sufrió el colombiano Juan Pablo Montoya, quien debió retirarse de la carrera en la vuelta 18 después de pasar por encima de una tapa de alcantarilla.

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