Si bien varias instituciones de educación superior en modalidad virtual han logrado altos estándares de calidad, entre ellas, el Politécnico Grancolombiano; muchas otras aún presentan fallas en sus estructuras metodológicas que infieren directamente en la calidad educativa.

La virtualidad no es una presencialidad asistida; el lenguaje de lo virtual debe ser mucho más incluyente, debe ser capaz de transmitir ideas muy complejas a través de un lenguaje muy sencillo, con el apoyo de las herramientas digitales.

Uno de los principales errores que cometen las instituciones al incursionar en la modalidad virtual, es el de querer replicar la información que se trata en la modalidad presencial. Por eso las universidades deben saber que las virtualidad y la presencialidad son diferentes y por eso los estudiantes de cada modalidad tienen necesidades muy distintas.

El estudiante debe contar con todo el apoyo de la institución para que todas las herramientas y procesos necesarios para la educación virtual funcionen a la perfección.

La idea, entonces, es que el estudiante reciba respuestas rápidas y efectivas por parte de la universidad sin importar el sitio donde se encuentre.

Al usar herramientas tecnológicas, la educación virtual debe estar lista para adecuarse a las rápidas transformaciones que suceden en este sector.

“En el Poli han podido crear simuladores, juegos, Weblabs, Apps, ambientes 360, realidad virtual, realidad mixta, y esto nos ha permitido, como tutores, evidenciar la adquisición de las competencias en los estudiantes”, explica el profesor Luis Martín Trujillo Flórez, líder del laboratorio de experiencias de aprendizaje inmersivo de educación virtual del Politécnico Grancolombiano.

Los gráficos, los videos, las animaciones, los ejercicios interactivos son formas novedosas de compartir conocimiento y de pensar en la educación como una nueva propuesta que requiere de una visión de la ‘meta-pedagogía’, es decir, una pedagogía que va más allá.

La educación virtual que manejaba cientos de documentos únicamente para lecturas quedó atrás. El Poli comprendió que los escenarios digitales requieren de elementos multimedia y por lo mismo es necesario hablar múltiples ‘lenguajes’.

Muchos tipos de pensamiento, variadas experiencias y distintas formas de ver el mundo necesitan de múltiples canales para realizar procesos educativos exitosos. 

El Poli ha aprendido que las diferencias nos pueden ayudar a encontrar puntos en común y crecer juntos, formando un fuerte tejido social, a través de la web.

¡EL POLI LO TIENE MUY CLARO!