Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.
Entre el 25 y el 28 de septiembre de 2024, Bogotá se convirtió en el epicentro de la reflexión sobre la cultura escrita gracias a la Primera Bienal de Cultura Escrita, un evento convocado por BibloRed y la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte. Esta bienal reunió a destacados autores nacionales e internacionales como David Ramírez-Ordóñez, Edgardo Civallero, Daniel Goldin y María Emilia López, quienes examinaron diversas temáticas relacionadas con el acceso a la información, la función comunitaria de la palabra, la investigación en bibliotecas, la hospitalidad institucional, y la crianza mediada por la lectura. Para la ciudad, este evento representó una oportunidad especial de fortalecer el rol de las bibliotecas públicas como espacios dedicados no solo a la consulta de libros, sino también a la promoción de la ciudadanía activa y la transformación social desde la cultura escrita.
La publicación de las memorias de esta bienal, ahora de acceso libre a través de la Biblioteca Digital de Bogotá, documenta a profundidad los ejes de reflexión abordados, las ponencias y conferencias magistrales, así como experiencias comunitarias significativas que se vivieron durante el encuentro. Más que un simple registro académico, la obra invita a maestros, bibliotecarios, gestores culturales y ciudadanos interesados en la lectura a considerar la importancia de los derechos culturales: acceso, participación y apropiación de la información como bienes comunes para la vida en sociedad. Esta invitación a pensar colectivamente la lectura y la escritura como elementos fundadores de comunidad permanece abierta gracias a la difusión libre de los contenidos.
Es importante resaltar que la bienal y su publicación se inscriben en una política pública específica: la Política Pública de Lectura, Escritura y Oralidad de Bogotá, conocida como LEO (2022-2040). Este marco normativo busca consolidar procesos formativos y de investigación con una perspectiva de participación ciudadana, promoviendo el desarrollo de la cultura escrita en los distintos territorios de la ciudad y a lo largo de todas las etapas de la vida. La bienal, por tanto, no surge como un hecho aislado sino como parte de una estrategia sostenida por el gobierno local para fortalecer el ecosistema cultural y educativo de Bogotá.
Las memorias, al incorporar textos y reflexiones de diferentes actores, abren el diálogo sobre la responsabilidad de las bibliotecas públicas en el desarrollo de una ciudadanía crítica y participativa. Según las fuentes oficiales citadas en la publicación y en los portales de BibloRed y la Secretaría de Cultura, las ponencias y conferencias presentadas enfatizan el potencial de las bibliotecas como lugares de formación, encuentro y creación de lazos comunitarios duraderos.
Quienes deseen acceder a este valioso compendio pueden hacerlo sin restricciones a través de la Biblioteca Digital de Bogotá. Así, se sigue impulsando la democratización del conocimiento y el fortalecimiento del tejido social, uno de los objetivos estratégicos de la LEO y de todas las acciones culturales promovidas por la ciudad en años recientes.
¿Qué impacto tiene la Política Pública de Lectura, Escritura y Oralidad (LEO) en la vida cultural de Bogotá?
Esta pregunta resulta relevante porque la Política Pública de Lectura, Escritura y Oralidad (LEO) constituye el marco de acción detrás de iniciativas como la Primera Bienal de Cultura Escrita. El interés en comprender sus efectos radica en que articula esfuerzos de formación, inclusión y participación ciudadana, permitiendo que la cultura escrita trascienda los espacios académicos para llegar a la comunidad en general. Así, la LEO se convierte en un motor para transformar la manera en que los habitantes de Bogotá se relacionan con la lectura, la escritura y la oralidad.
Además, analizar el impacto de esta política pública permite observar cómo las bibliotecas públicas se posicionan como agentes clave en la construcción de ciudadanía y en la defensa de los derechos culturales. Las estrategias impulsadas por la LEO favorecen la democratización de la información y la promoción de la lectura como práctica cotidiana y herramienta de cohesión social, consolidando a Bogotá como una ciudad comprometida con el desarrollo cultural y educativo de sus habitantes.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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