El joven, que vivía en el barrio Comuneros Uno (oriente de Cali), falleció después de recibir el impacto del proyectil en la cabeza, informó RCN Radio. 

Sin embargo, el certificado de defunción de la clínica que recibió sin signos vitales al muchacho dice algo totalmente diferente. El documento reza que la muerte de Cifuentes fue por complicaciones derivadas del COVID-19, agregó esa emisora.

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“El hombre no murió de COVID-19, porque murió por un tiro. Todos sabemos que de ahora en adelante todos mueren de eso; ahora los tiros vienen con coronavirus” dijo Elifaider Lucumí, tío de la víctima, en diálogo con esa frecuencia radial. 

Según el relato del hombre, en ese medio, cuando los familiares llegaron al centro médico y constataron que el joven tenía muerte cerebral, los doctores les preguntaron si querían donar los órganos de él; pedido al que ellos accedieron de inmediato. 

La sorpresa de los allegados de Cifuentes se dio cuando recibieron el acta de defunción y allí rezaba que la causa de muerte era por coronavirus. Dicen que, por esa razón, no les quieren dar el cuerpo para una sepultura tradicional, ya que el protocolo de entierro es diferente en las muertes provocadas por el virus, agregó Lucumí, en conversación con La FM. 

Tanto el tío del joven fallecido como el resto de sus familiares claman para que la situación se resuelva rápidamente y señalan que, de no ser así, tomarán acciones legales contra el centro médico, indicó esa emisora. 

Mientras tanto, el cadáver de Cifuentes sigue guardado en la morgue de Medicina Legal en Cali y está a la espera de una necropsia, concluyó RCN Radio.

Esta es la denuncia de la familia de Cifuentes, publicada por RCN Radio: