Se trata de Yeferson Marcial Angulo Quiñones y Juan Carlos Loaiza Ocampo, los dos hombres que fueron detenidos en agosto pasado y que, según la Fiscalía, son los responsables del asesinato de los cinco menores perpetrado unos días antes.

En su momento, la Fiscalía dijo que estos dos hombres eran vigilantes del cañaduzal donde fueron hallados los cuerpos de los jóvenes y que sin mediar palabra les dispararon con armas de fuego y arma blanca cuando entraron a dicho predio.

Días después los sospechosos habían sido enviados a prisión, aunque ellos negaron que fueran trabajadores de ese lugar y no aceptaron los cargos.

Captura video Fiscalía
Captura video Fiscalía

Pero ahora Blu Radio difundió el escrito de acusación de Angulo Quiñones y  Loaiza Ocampo en el que la Fiscalía no solo afirma que sí participaron en el crimen sino que cometieron una especie de tortura.

“Se asignaron roles, se distribuyeron tareas, se hicieron aportes esenciales que se ejecutaron y consumaron; pues los menores fueron perseguidos, encerrados, sometidos y asesinados con arma de fuego”, se lee en el documento.

No obstante, la Fiscalía no contempla ningún cargo por ese maltrato sino que los acusa de los delitos de homicidio agravado y fabricación, porte y tráfico de armas de fuego o municiones por los que podrían recibir una sentencia de hasta 60 años sin derecho a beneficios.

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Ese aspecto en particular también llamó la atención al abogado Elmer Montaña, que representa a una de las familias de las cinco víctimas, y que en un video entregó más detales de lo que habrían sido los últimos momentos de los jóvenes:

“Estos dos individuos, en compañía de Daniel Alejandro Bejarano, emboscaron, sometieron a la fuerza a estos cinco muchachos en Llano Verde; los hicieron colocar de rodillas y puestos en estado de indefensión torturaron de la manera más cruel a dos de ellos y después los asesinaron”.

En ese sentido, dijo el jurista, para las víctimas es extraño que no se les acuse del delito de tortura pese a que Medicina Legal constató que fue así. Esta es su explicación:

Daniel Alejandro Bejarano, alias ‘el mono’, aún permanece prófugo de la justicia. A él se refiere Montaña y los acusados también lo señalaron en las audiencias como el autor material de la masacre del 11 de agosto de 2020 en el barrio Llano Verde, de Cali.