Por ejemplo, Paolo Miranda, un enfermero en la comuna de Cremona, en Lombardía, una de las regiones más afectadas por el coronavirus en el mundo, le dijo a la BBC que en los últimos días está más irritable.

“Me enojo fácilmente y busco pleitos”, confesó Miranda en el rotativo británico.

El enfermero empezó a documentar con fotografías que de nuevo los hospitales están llenos y lo difícil que es trabajar con toda la indumentaria dentro de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), indica el mismo medio.

Miranda muestra con sus fotos que ahora se están enfrentando a la segunda ola del COVID-19, mientras en Italia están regresando a la normalidad, incluso sin tomar las medidas necesarias para evitar la propagación del virus.

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“Nos sentimos rodeados de oscuridad… Es como si estuviéramos llenos de heridas. Cargamos internamente todo lo que hemos visto… Nunca quisiera olvidar lo que nos ocurrió. Pronto estará consignado a la historia”, expresó a la BBC.

Monica Mariotti, otra enfermera, asegura que las cosas ahora están mucho más difíciles que en la primera ola. “Teníamos que combatir a un enemigo. Ahora que tengo tiempo para reflexionar, me siento tan perdida, sin dirección”, dijo al medio británico.

Los 2 empleados de la salud comparten en que hay un poco de menos pacientes, pero eso no hace que la adrenalina baje y todos estén abrumados. Mariotti indicó que ahora tiene insomnio, pesadillas y que se despierta unas 10 veces por noche.

“Cuando estaban temiendo la muerte, de repente todos nos volvimos héroes, pero ya nos han olvidado… Volveremos a ser vistas como personas que limpian culos, perezosas e inútiles”, finalizó Mariotti en la BBC.