Según la Superintendencia de Sociedades, más de 1.200 empresas entraron a procesos de insolvencia en 2019 por diferentes razones. De ese total, 664 solicitudes se registraron en Bogotá, mientras que en otras regiones el número ascendió a 600.

Pese a que la crisis por el coronavirus agravó la situación de muchos negocios en Colombia, esta es una lista de los que, incluso, no alcanzaron a padecer por la llegada del virus:

Helados de la Campiña:

A comienzos de 2019, este recordado negocio ubicado en la avenida de Las Américas, en Bogotá, dio a conocer que desaparecería.

Según Portafolio, sus accionistas tomaron la decisión de liquidar la empresa para buscar “acoplarse al nuevo entorno de negocios”, pues ya había cerrado su planta de lácteos en 2016, vendió propiedades y aún tenía un déficit de 1.000 millones de pesos.

De acuerdo con ese mismo medio, esta medida de disolver la compañía obedece a la necesidad de cumplirles a los socios sin perjudicar a proveedores, empleados y acreedores, luego de que en 2018 los números de la compañía sumaran un saldo en rojo por la cifra mencionada.

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Almacenes Tía:

Estos recordados negocios funcionaron en Colombia hasta 2017. El mismo periodista Julio Sánchez Cristo fue el encargado de dar a conocer, con pesar, la noticia a los colombianos: “Esa historia termina hoy a las 10 de la mañana. Es decir, ha terminado”, dijo en ese momento Julio Sánchez Cristo al referirse al cierre del icónico almacén.

Sobre la historia del Tía, el diario El Tiempo recuerda que el primer almacén de Suramérica se inauguró en 1940. “Era un local de la carrera Séptima entre calles 17 y 18, en el centro de Bogotá”, dice ese medio.

Pese a que muchos conocen la marca, pocas personas saben qué significaba Tía. Ese mismo periódico explicó hace varios años que el nombre era la sigla de Tienda Internacional Americana.

Fósforos El Rey:

Desde 2017 cobró fuerza la noticia que dio cuenta del fin de la producción de estos legendarios fósforos en Colombia. Así lo aseguró la revista Dinero, que dio por sentenciada la liquidación privada de la compañía.

También fueron notificados los empleados y pensionados de la Compañía Fosforera Colombiana, distribuidora de la marca y también dueña de Fogata. Según Dinero, se publicó un documento que evidencia que el negocio pasaba por un periodo difícil y que los tiempos de gloria de la marca ya son historia.