Ganar la etapa reina del Tour de Francia, sacándoles tanto tiempo a sus rivales, hizo que Miguel Ángel López se dé el lujo de llegar a la última etapa decisiva con la tranquilidad de que tiene una buena renta de tiempo a su favor para mantener el tercer lugar del podio que tiene actualmente en la clasificación general.

La contrarreloj será de 36 kilómetros, de los cuáles 30 son llanos y los últimos 6 en un puerto de montaña de primera categoría. El colombiano no es de los mejores en este tipo de pruebas, pero tampoco lo son varios de los ciclistas que están en los primeros puestos de la tabla.

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Primoz Roglic y Tadej Pogacar, los eslovenos que están en los primeros dos puestos de la carrera, sí son muy buenos en esa modalidad, pero no son la principal preocupación para López, quien seguramente perderá bastante tiempo con ellos por las diferencias históricas que hay entre cada uno en pruebas contrarreloj.

El líder del equipo Astana deberá defender su tercer puesto de los ciclistas que lo persiguen en la general, pero especialmente de uno solo porque los demás aparecen con bastante tiempo perdido respecto a él. Para el sábado, el rival del colombiano es el australiano Richie Porte, quien está de cuarto en la clasificación, a un minuto y 39 segundos.

En el quinto puesto está Mikel Landa, a dos minutos de ‘Supermán’, pero el español suele sufrir bastante en las cronos, por lo que no asoma como una amenaza para el colombiano. El sexto puesto es de Enric Mas, corredor del equipo Movistar que aparece a 2 minutos y 52 segundos de López, un tiempo que es muy poco probable que le remonte al corredor nacional en tan solo 36 kilómetros.

Ni qué hablar de Adam Yates y Rigoberto Urán, que se ubican a más de tres minutos y medio de Miguel Ángel.

López está demasiado cerca de subir al podio final en París. Richie Porte suele ir mejor que él en las contrarreloj, pero el minuto y 39 segundos que tiene el colombiano a su favor es una renta importante, sobre todo ahora que todos los ciclistas tienen el cansancio acumulado de tres semanas. Él lo sabe y por eso no se apuró en dejar cortado al australiano cuando este pinchó en la etapa de este jueves, como confirmó en las declaraciones que entregó a los medios luego de cruzar la meta.