Para practicarla solo se necesita ropa cómoda y dos botellas de cerveza. El concepto fue creado en Berlín, Alemania, y como su nombre lo indica, combina los movimientos del yoga y el delicioso sabor de la cerveza, informó The Huffington Post.
Los asistentes a las clases pueden usar las botellas como quieran y pueden poner en práctica su equilibrio, poniendo los envases sobre sus cabezas. Pueden beber sorbos entre poses y sostener las botellas con manos o pies.
Una clase de ‘Bieryoga’ empieza de manera tranquila, con la posición de loto y sintiendo el olor, sabor y temperatura de la cerveza.
Algunos participantes aseguran que las sesiones son muy divertidas, pero después de algunos tragos, lograr las posiciones se vuelve un poco más difícil.
Además de los salones, las clases se realizan en bares y parques. Erin Sonn, cofundadora de ‘Bieryoga’ afirma que “enseñar yoga tradicional en lugares poco tradicionales, atrae a las personas que de otra manera jamás se hubieran animado a practicarlo”.
La idea ya traspasó las fronteras y ha cogido fama en algunas ciudades de Estados Unidos.
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