El proyecto para producir chorizos con este animal ya está marcha y es desarrollado por estudiantes y docentes de la sede Palmira (Valle) de la Universidad Nacional.

El objetivo de este grupo de investigación es encontrar alternativas de alimentación para las personas que viven en el corregimiento de Robles, municipio de Jamundí, informa Unimedios, agencia de noticias del centro académico.

De hecho, 31 habitantes de Robles ya probaron los chorizos de chucha y, según el medio universitario, encontraron que el producto tiene buen sabor, buen aroma y buena textura.

Foto: Unimedios

Los investigadores, por su parte, tomaron todas las precauciones para dar a probar los chorizos a la comunidad de Robles y verificaron que estos no tienen componentes que afecten la salud de los consumidores, agrega Unimedios.

Al respecto, el estudiante Juan Antonio Álvarez, consultado por el medio universitario, declaró:

Se trata de un producto inocuo, elaborado a partir de buenas prácticas de producción y manufactura… Con el análisis fisicoquímico de la carne de las chuchas se determinó que el contenido de proteína y grasa corresponde a una carne magra y limpia”.

Sin embargo, a estos chorizos hay que hacerles algunos ajustes, pues el porcentaje de proteína en la carne de chucha está entre 14 % y 16 %.

“Aunque se trata de un porcentaje bajo si se tiene en cuenta que la carne de res está entre 21 y 27 % y la cerdo, entre 23 y 24 , la de zarigüeya puede optimizarse a través de la adición de extensores y proteínas vegetales, así como de algunas especias y condimentos naturales”, afirmó el estudiante.

Según el joven investigador, entre los condimentos naturales está el pipilongo, del que “se obtiene una pimienta verde y cuya planta se ubica en Jamundí”.

Este proyecto tiene otro objetivo: preservar la zarigüeya, pues la caza indiscriminada está acabando la especie, dice Unimedios en otro artículo.

Por ese motivo, desde hace dos se planteó la construcción de un zoocriadero para las chuchas y de otro espacio para desarrollar el pipilongo.

“La idea es aprovechar estos dos recursos nativos y potencializarlos para que sean alternativas productivas y de seguridad alimentaria para ellos mismos. De hecho, queremos que este criadero se convierta en un fuerte para el sector del turismo de la región”, afirmó en su momento el docente Tupac Otero.

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