Si Trump fuera latino, seguramente tendría muchas ganas de venir a Colombia para tirarse unos pasos en el Carnaval de Barranquilla, o iría a Cali para azotar baldosa con unas salsas bien potentes.

Tal vez se inventaría su propio paso de reggaeton, el ‘reggaetrump’, o viajaría a México para disfrutar de un jarabe tapatío.

Pero Trump no es latino… Aunque en un país como Estados Unidos, que tiene más de 55 millones de personas de origen centroamericano o sudamericano, el presidente podría aprender algo.

LO ÚLTIMO