Se trata de la Ecosexual Bathhouse, una instalación interactiva de los artistas Ian Sinclair y Loren Kronemyer que invita a los participantes a tener un encuentro íntimo con la biosfera donde “todas las fantasías ecológicas pueden volverse realidad”, informó Vice.
Según sus creadores, la propuesta, única en su tipo, hace parte del movimiento ecosexual que ha ganado bastante popularidad en los últimos años y funciona como respuesta a la demanda de lugares donde los eco-orientados puedan “entregarse, explorar y florecer”.
El lugar cuenta con seis habitaciones cálidas y equipadas con juguetes y accesorios, videos, revistas y otros tipos de tentaciones. Entre las salas más populares se encuentran la galería de polinización, el sauna post-capitaloceno y la recámara de copulación donde podrá ser seducido por la ‘mistress’ de la metamorfosis.
La ecosexualidad es un término que puede hacer referencia a dos cosas dependiendo de a quien se le pregunte. Por un lado se refiere a las personas que practican sexo sin suponer una carga ambiental para el planeta, y por otro lado alude a la relación en la que las personas no ven a la naturaleza como madre sino como amante.
Incluso algunos ‘sex-ecologistas’ declararon en un manifiesto que hacen el amor con la Tierra a través de los sentidos: “desvergonzadamente abrazamos árboles, masajeamos la tierra con nuestros pies y hablamos a las plantas de manera erótica”.
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