El rinoceronte negro intentó tumbar su juguete con el hocico en varias oportunidades, pero no lo consiguió. Su madre, Kati Rain, comía pasto detrás suyo.

La tierna escena, registrada este lunes por la empleada del zoológico Liz Irwin, se viralizó en las redes sociales con más de 220 mil reproducciones y conmovió a muchas personas.

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Moyo es una cría muy activa, así que sus cuidadores tienen varios juguetes a su disposición. “Jugar es importante para los animales pequeños, es su manera de aprender las habilidades que necesitarán en la adultez”, explica el santuario animal.

Esa especie de rinoceronte está en peligro de extinción debido a que los cazan por sus cuernos, de acuerdo con National Geographic.

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