En los eventos deportivos de países como Canadá y Estados Unidos es un clásico animar los descansos con ‘cámaras de besos’ que buscan parejas entre las graderías, para proyectar su imagen en las pantallas gigantes.

Cuando los asistentes se dan cuenta de que están siendo proyectados, deben darse un beso apasionado o divertido, con el fin de que el público abuchee o celebre, informó Mashable.

Pero este hombre aprovechó para ir más lejos y  se puso de rodillas delante de todos. Lastimosamente, poco tiempo después de soltar la pregunta, un amigo o un fanático entusiasmado le dio unas palmadas en la espalda, como gesto de felicitación, que arruinaron el momento.

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