Como explicó BBC Mundo en un informe, este trastorno se conoce mundialmente como ‘pica’ o ‘geofagia’; en personas es común que se presente en niños y mujeres embarazadas, aunque los animales son la población en la que más se da.

El deseo de ingerir tierra, tiza, hielo, carbón, yeso, papel y muchas otras sustancias que no son consumibles, está asociado a una deficiencia nutricional. Según Sera Young, antropóloga experta en el tema, es muy común en Tanzania.

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Una de las teorías más fuertes que explicarían el porque las personas desean estas sustancias es que “los cuerpos anhelan eso que necesitan“, un ejemplo que dio el medio es cuando una persona anhela comer huevos o carnes, esto se debe a que hay un déficit proteico.

El Departamento de Antropología de Nortghwestern aseguró que a pesar de que comúnmente se asocie esta inusual ingesta con deficiencia de hierro, no hay estudios que lo justifiquen. Incluso, añadieron que la tierra reduce la asimilación de este elemento en el cuerpo.

La segunda teoría de la que se habló fue que es una alternativa que indirectamente da el organismo para reducir las toxinas o crear una barrera ante ellas; esto lo justificaron con la idea de que cuando un animal consume algo dañino para su salud, después come tierra para desintoxicarse.