Gracias a los cuidados veterinarios, el indefenso animal logró crecer. Sin embargo, todavía le faltaba el amor de una mamá, así que Hantu, una hermosa pastora alemana blanca, sin cachorros, lo adoptó y desde entonces, no van a ningún lado sin la compañía del otro.

Viven bajo el cuidado de la Rare Species Fund, una organización que busca proteger y conservar la vida salvaje a través de programas educativos y misiones financiadas con donativos. Esta es su historia:

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