En una entrevista con Pulzo, Juan Carlos Benedetti, especialista en Parkinson, aseguró que esta enfermedad también afecta la capacidad de sentir placer durante el acto sexual.

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El neurocirujano explicó que la falta de dopamina altera los circuitos neuronales encargados de generar la sensación de placer, razón por la que también disminuye el apetito sexual.

Pero, durante el tratamiento, también puede ocurrir lo contrario. Benedetti manifestó que cuando al paciente le son administrados medicamentos dopamínicos, como la demodopa, los impulsos sexuales pueden aumentar y generar todo lo contrario, grandes sensaciones de placer.

Es importante mantenerse alerta a las señales que podrían indicar el inicio de esta enfermedad, para que sea detectada y tratada a tiempo.

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