Rose Nickels decidió usar su cuenta de Facebook para denunciar que fue víctima de un veto, según el cual no podía asistir al gimnasio en el que suele hacer ejercicio, luego de que uno de los entrenadores le dijera que su vestimenta era “inapropiada y ofensiva para los empleados y para el resto de clientes”, según narra la joven en su publicación.

Sin embargo, como se puede ver en las fotografías que Nickels difundió en la red social, su atuendo es el más normal y adecuado para asistir al gimnasio, por lo que le preguntó a todas las mujeres a las que se cruzó si su vestimenta era ofensiva. Todas respondieron que no.

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La joven dedujo que quienes se habían sentido ofendidas habían sido las supervisoras de la sala, quienes le dijeron que debido al tamaño de sus senos no podía llevar top. “Me sentí humillada y degradada”, comentó.

“¿Por qué yo no puedo vestir un top y otras mujeres sí? ¿Diferentes cuerpos significan diferentes reglas?”, cuestionó Nickels en su publicación, que ya se ha compartido más de 5.000 veces, pero que no sirvió de nada porque en el gimnasio le dijeron que ellos eran libres de crear sus propias normas.

Esta es la publicación, que se ha vuelto viral en Canadá y ha sido replicada por varios medios en ese país:

 

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