La mujer alemana, cuyo nombre no se ha revelado, se encontraba en el museo Nuremberg Neues en compañía de un grupo de personas mayores, cuando decidió sacar un esfero y llenar el crucigrama, que resultó ser una obra representante del movimiento Fluxus de la década de los 60, valorada en 89 mil dólares, informó Telegraph.

El autor de la obra escribió una frase en la que invita al público, de manera simbólica, a llenar los cuadros. Sin embargo, la mujer se lo tomó en serio y escribió en algunos espacios.

La mujer explicó a la policía que solo estaba siguiendo las instrucciones. También culpó al museo, diciendo que si este desea proteger sus obras, debería aclararle a los visitantes que no pueden intervenir las obras, informó Mirror.

A pesar del desafortunado evento, Eva Kraus, directora del museo, dijo que el coleccionista encargado de la obra se tomó la situación con humor, pues el daño no es permanente y la obra podrá ser restaurada por unos cientos de euros.

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También dejó claro que la mujer no tuvo la intención de hacer daño, pero hizo un llamado a las personas y a los asistentes a museos, que deberían tener claro que las obras expuestas no deben ser intervenidas bajo ninguna circunstancia.

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