Como cada año, despedirse de sus alumnos resulta ser uno de los momentos más difíciles para muchos maestros, que como Castlebury, se encariñan y crean una conexión especial a la que no es nada fácil decirle adiós, informó Distractify.

Por eso, compró un vestido blanco de tela que fuera fácil de pintar con marcadores y dejó que sus “pequeños Picassos”, como los llama, hicieran de las suyas a lo largo de 2 semanas.

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Dijo al portal a través de un correo electrónico, que la idea fue del total agrado de los pequeños, que disfrutaron haciendo sus obras de arte.

Fueron muy amorosos y cuidadosos con el vestido. Puedo decir que hicieron lo mejor que pudieron. Lo llenaron de hermosas obras de arte. Me sorprendieron”.

Luego de que cumplieran su papel de diseñadores textiles, la mujer decidió lucirlo el último día de escuela para sorprender a sus alumnos, pero nunca se imaginó que resultaría ser un vestido llamativo para el resto de los miembros de la escuela.

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Tanto maestros como padres de familia destacaron su gran labor como maestra, sin dejar de lado los halagos hacia el vestido, que seguro será su favorito.

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Varias imágenes han  sido publicadas en redes como Facebook, donde se han viralizado gracias a su emotivo contenido y hermoso diseño del vestido.

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