Su nombre puede evocar a un químico, sin embargo, se trata de un elemento totalmente natural, que solo se utiliza para hacer que el helado se congele instantáneamente.

“El nitrógeno está en el aire que respiramos; el 78% del aire que respiramos es nitrógeno. Gente especializada se encarga de volverlo líquido, cambiándolo de estado de gas a líquido, bajándole la temperatura a -196°C”, asegura María José Pradilla, creadora de MistyCream, uno de los negocios que, como Helartesano y Gelatory, por ejemplo, apuesta al uso de este elemento en su preparación, en Bogotá.

Aunque su manipulación debe ser hecha por profesionales, expertos como Peter Barham, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Bristol, aseguran que no hay ningún riesgo al usarlo en la cocina, como reporta la BBC .

“Si el nitrógeno líquido se agrega a otro líquido como el helado, este lo enfriará más rápido mientras decrece la temperatura de ebullición y producirá una nube de vapor […] La técnica es utilizada por algunos restaurantes para preparar el helado en la mesa. Al ser congelado tan rápido, se producen en la mezcla unos pequeños cristales de hielo que le dan una textura verdaderamente suave”, dijo a la cadena inglesa cuando inició el ‘boom’ de esta tendencia en Inglaterra, hace cinco años.

Uno de los pioneros en el país la preparación de helado con nitrógeno a la mesa fue el chef colombiano Juan Manuel Barrientos, quien lo ofrece como cierre de su experiencia sensorial en el restaurante El Cielo.

Helados artesanales congelados en el momento del pedido 😋😋 Más Cremosos #HeladosMágicos #Felicidad #MistyCream

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A continuación, algunos de los beneficios de comer helado hecho con nitrógeno líquido:

  • Las mezclas se realizan con frutas elegidas directamente de plazas de mercado y no son pulpas ni saborizantes artificiales.
  • Son frescas y se fabrican de manera artesanal, para el día y la semana.
  • No contienen aditivos ni conservantes.
  • Como los helados son hechos en el momento en que los clientes los piden, tienen una textura más suave, cremosa y libre de cristales de hielo, pues no han pasado por un congelador.
  • Son amigables con el medio ambiente, ya que para su producción no se necesitan tantas neveras ni grandes congeladores y los desperdicios que quedan son mínimos.

“Con este proceso nos dimos cuenta de que no generamos tantos desperdicios, porque el helado que se congela y que no tiene conservantes ni aditivos hay que botarlo, pero aquí nosotros producimos lo que se va a congelar y se va a producir”.

María José Pradilla

Agrega que muchos creen que se están comiendo el nitrógeno, por lo que el reto es hacer que las personas entiendan que “en el momento en que el nitrógeno se toca con el aire, se vuelve gaseoso y simplemente nos sirve para congelar en el instante. Si nos lo comiéramos nos quemaríamos la garganta”.