Primero, pusieron dos hierros en la puerta del horno para que este funcionara, luego uno de ellos se cubrió el cuerpo y la cabeza con un traje de aluminio.

Segundos después de encender el microondas se ve que el televisor, que está a pocos centímetros, empieza a tener problemas con la imagen. Y luego de poner una bombilla en la puerta, esta empieza a encender gracias a las ondas que emite el electrodoméstico.

Más tarde decide probar con un CD, el cual a los pocos segundos se destruye por causa del calor.

Finalmente, se anima a probar con un viejo celular que termina explotando apenas lo acercan al microondas.

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