No hay que negarlo, la presión de ser una mamá perfecta existe y viene de muchas fuentes. Amigos, familia y otras personas cercanas consideran que es una etapa para la que cualquiera está preparada.

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Por esta razón en Pulzo decidimos dejar de lado los estereotipos y exaltar la belleza de ese momento, en el que muchas cosas pueden pasar, pero de las que definitivamente se aprende.

Siempre están impecables

Ser mamá es un trabajo de 24 horas y muy pocas veces tienen un momento para pensar en cómo lucen. Las prioridades cambian y resulta mucho más satisfactorio compartir tiempo con su bebé que estar en la peluquería. Cabe resaltar que sin importar cómo se vistan o se peinen, una mamá feliz siempre se verá hermosa.

Saben cómo actuar en cada momento

Claro que hay mamás que casi siempre mantienen el control de la situación. El instinto de madres ayuda mucho al momento de saber a ciencia cierta por qué el bebé llora o se comporta de una manera en específico. Sin embargo, no siempre es así. Hay situaciones imposibles de predecir, y esto es totalmente normal. Ser mamá es disfrutar cada maravillosa etapa de aprendizaje junto a su bebé.

Eligen correctamente cada cosa

Es imposible no fallar y más cuando se trata del cuidado de la piel del bebé. En el mercado hay un sinnúmero de opciones que cumplen una función específica y es normal perderse en ese mar de posibilidades. Sin importar la elección, lo ideal es escoger productos que sean amables con la piel del bebé; que humecten su piel y la deje suave. Ideales los productos hipoalergénicos, con pH neutro y que estén libres de alcohol.

Tienen todo bajo control

Saber exactamente cuando el bebé va a llorar y cuando va a hacer un desastre es imposible. Además de ser mamás, muchas mujeres tienen infinidad de tareas: mantienen su negocio, realizan las labores del hogar o son súper mamás trabajando ‘home office’ para pasar más tiempo con su hijo. Por esto es normal y aceptable, que cada tanto necesiten espacio y tiempo, para poder tener todo el control de la situación.

Mantener al bebé limpio no es problema

Sí, existen los baberos y las toallas húmedas, pero también existen los accidentes. Tal vez el bebé decidió que sería buena idea usar la compota como shampoo y derramar todo el tetero en la ropa. No hay problema si el el bebé no esté impecable todo el tiempo, sobre todo si se usan productos que los mantienen protegidos. No hay cabida para la perfección en esta maravillosa etapa.

Durante el primer baño no hubo ningún problema

El baño es uno de los momentos más importantes y de conexión de madre a hijo. Controlar la temperatura del agua, los movimientos del bebé y los productos que se usan, no es tarea fácil; no es raro que una mamá tenga ansiedad en el primer baño. Sin embargo, este será siempre el momento de mayor unión para crear lazos imposibles de romper y en el que aprenden juntos.

Por eso es que, si eres mamá, recuerda hacerlo a tu manera; no hay mamás perfectas, solo mamás reales.

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