Refrescos procesados, gaseosas y jugos endulzados son una de las principales fuentes de calorías que, en ocasiones, no se tienen en cuenta al realizar una dieta para bajar de peso, indica Business Insider.

Investigadores de la Universidad de Harvard y del Children’s Hospital de Boston analizaron los efectos del consumo de este tipo de bebidas por 8 años en 50.000 mujeres.

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Descubrieron que cuanto más aumenta la ingesta de bebidas azucaradas, mayor es el peso que gana la persona y el riesgo de sufrir de varias enfermedades. “En comparación con las participantes que redujeron su consumo de bebidas azucaradas como gaseosas o ponches de frutas, los que comenzaron a beber más de este tipo de bebidas aumentaron de peso y aumentaron su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2”, señala el diario.

Para la nutricionista Cara Anselmo, del centro médico Memorial Sloan-Kattering Cancer Center, el principal consejo para los pacientes que quieren adelgazar es dejar de beber líquidos que contengan calorías. “Si tomas 500 calorías de líquidos contra 500 calorías de comida, vas a sentirte menos saciado, lo que es una razón por la que las gaseosas y bebidas endulzadas son cosas horribles. No obtienes el sentimiento de llenura”, asegura la experta.

“Al tomar calorías líquidas, la gente termina consumiendo más calorías en general”, agrega Richard Mattes, profesor de nutrición de la Universidad Purdue.

En conclusión, los expertos recomiendan acompañar las comidas con agua y evitar al máximo cualquier bebida que contenga azúcar.

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