Por ahora, el invento ha superado con éxito las primeras pruebas clínicas de la vacuna contra esta enfermedad, publicó El País de España.

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El parche perfora las capas superiores de la epidermis, mientras que la tradicional inyección llega hasta el músculo, describe el informe.

Los investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia y de la Universidad de Emory, responsables por el estudio, creen que el invento podría ayudar a aumentar la inmunización de la población, incluso la de los niños y demás pacientes que temen las agujas, señaló el diario.

Nadine Rouphael, una de las líderes de la investigación, manifestó en un correo electrónico que publicó el medio madrileño:

“El parche hay que aplicarlo en la muñeca y hacer suficiente presión para asegurarse de que las microagujas penetrarán la piel. Después de 20 minutos, se quita el parche”.

Hasta el momento, se han hecho distintos experimentos con este nuevo método a cien personas entre los 18 y 49 años.

Los creadores del parche, que pertenecen a la biofarmacéutica Micron Biomedical, trabajan en el desarrollo de estos parches para las vacunas de sarampión, rubeola y polio.

Otra de las ventajas de este método, comparado con el tradicional, es que no requiere un transporte especial para mantenerla en frío, lo que reduce su costo.

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