Las anteriores son algunas de las preguntas que se realizan constantemente los jóvenes cuando van a iniciar sus estudios universitarios o atraviesan un momento de duda acerca de la carrera que escogieron.
El profesor Richard J. Light, de la Universidad de Harvard, dirige un grupo estudiantil en el que los alumnos pueden reflexionar acerca de lo que les importa y por qué.
Lo más relevante de su labor es ayudar a que los jóvenes reconozcan aspectos de su personalidad, identifiquen sus metas personales y se conecten con lo que hacen a diario, indicó a The New York Times.
Para facilitarles el proceso de decisión, el profesor Light utiliza algunos métodos sencillos.
¿Qué te interesa y qué te importa?
Haz una lista de cómo empleaste tu tiempo la semana pasada, luego, una lista de cómo quisieras emplear tu tiempo. Al final compara ambas listas y pregúntate a ti mismo: ¿qué tan bien se ajustan tus actividades a tus metas?
El reto es que los compromisos y actividades sean reflejo de las metas y convicciones personales.
Prioridades
En uno de los talleres dictados por el profesor Light había una estudiante que no sabía si estudiar leyes o ciencias; cuando le preguntaron acerca de cómo utilizaba su tiempo libre, describió que participaba activamente en un grupo de política y escribiendo para una publicación del mismo tema.
En ningún momento mencionó alguna actividad relacionada con las ciencias, así que el líder de la sesión le preguntó sobre la cantidad de tiempo que pasaba investigando en un laboratorio. “¿Por qué mencionaría los laboratorios al hablar de mi tiempo libre?”, dijo la joven.
Una hora después, el director de la sesión recibió un correo de la muchacha agradeciéndole por haberle hecho la pregunta.
¿Especialista o “todólogo”?
Una manera de enfocar los estudios es pensar si quieres ser experto en un tema o ser bueno en muchas cosas.
Por un lado están quienes dicen que si se sabe un poco de todo nunca se llegará a ser una autoridad, y por el otro los que opinan que si se es experto en algún tema específico, las oportunidades laborales serán reducidas. Todo depende de la orientación que quieras dar a tu vida.
Valores
Un buen ejercicio para enfocar los estudios y elegir una carrera es escoger cinco palabras que más definan los valores fundamentales propios, por ejemplo, conocimiento, fama, familia, excelencia, amor, riqueza, útil y sabiduría.
Luego pregúntate sobre cómo reaccionarías si alguna de las palabras se pone en conflicto con otra.
Un estudiante, por ejemplo, escogió las palabras ‘útil’ y ‘familia’. Indicó que quiere ser un excelente cirujano y al mismo tiempo, padre de varios hijos. ¿Cómo lidiarías con una situación similar?
Pensar en el tipo de vida
¿Es importante para ti vivir una vida relajada, feliz, sencilla y pasar tiempo en familia? o ¿es más importante trabajar duro, tener tu propio negocio y hacer grandes cambios en el mundo?
Hacerse estas preguntas puede guiar el camino académico y enfocar los estudios en lo que realmente te importa.
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