Sin embargo, parece que ahora necesitamos más que una cama, una almohada y una cobija para hacerlo, pues cada vez son más los estudios y productos que se fabrican para conciliar el sueño y, aparentemente, hacer que la hora de dormir sea más placentera y revitalizante.

Numerosas investigaciones han demostrado que el mal sueño debilita el sistema inmune, perjudica el aprendizaje y la memoria, contribuye a sufrir de depresión y todo tipo de trastornos mentales, al igual que problemas de salud como la obesidad, la diabetes y el cáncer.

Incluso, la falta de sueño es considerada como un padecimiento que causa millonarias pérdidas económicas por negocios mal hechos a causa del cansancio y la falta de concentración, señala The New York Times.

Es por eso que dormir se convirtió en un negocio rentable que muchas compañías han sabido aprovechar y cada vez más son los que invierten en investigaciones y la fabricación de dispositivos que ayudan a conciliar el sueño de manera fácil.

El artículo continúa abajo

De hecho, algunos empresarios han invertido en programas de entrenamiento de sueño para sus empleados. Sleepio, por ejemplo, es un sistema que se ha implementado en más de 500 compañías alrededor del mundo y que enseña a dormir con técnicas que conectan los pensamientos, los horarios, el estilo de vida y el orden de la habitación.

Aetna, una compañía proveedora de servicios médicos en Estados Unidos, paga 500 dólares a los empleados que puedan probar que han dormido por 7 horas o más, por 20 días seguidos.

Cada vez son más los productos que se lanzan al mercado para ayudar a dormir más y mejor. Por ejemplo, Hugo Mercier, un ingeniero de sistemas francés ha recaudado más de 10 millones de dólares para investigar y crear Dreem, una diadema que utiliza ondas de sonido para inducir al sueño profundo.

O Thim, un anillo que enseña al cuerpo a dormirse rápidamente. El dispositvo detecta cuando la persona se queda dormida y luego de 3 minutos de sueño la despierta. El usuario se vuelve a dormir por 3 minutos y el aparato vuelve a despertarlo, y así varias veces. Según creadores del dispositivo, “caer dormidos una y otra vez enseña al cuerpo a quedarse dormido con mayor facilidad”.

También existe la almohada fantasma, diseñada para mantener la cabeza fría, o las lámparas que ayudan a controlar la producción de melatonina, entre otros productos.

El tema es objeto de discusión entre los expertos, que se preguntan si todos estos dispositivos, sitios web, aplicaciones y métodos son realmente necesarios.

Para Nancy H. Rothstein, directora de Circadian Corporate Sleep Programs, la cosa no es tan complicada y no requiere tanta tecnología como muchas veces creemos:

Si quieres mejorar la calidad del sueño, tienes que hacer algunos cambios. Tu monitor FitBit y tu reloj Apple no lo van a hacer por ti. Hemos perdido la simplicidad de dormir con todos estos estudios, sitios web y estas cosas. Solo duerme. Quiero decir: silencio, que sea oscuro, tranquilo y fresco. Toma un baño”.

 

 

LO ÚLTIMO