La semana pasada, ‘Jenness Farm’, un granja ubicada en la localidad de Nottingham, New Hampshire, incursionó en esta actividad. Ofreció su primera clase con cabras bebé y fue “muy divertida”, aseguró en su cuenta de Facebook.

Seguramente sí gustó a sus asistentes, pues en fotografías divulgadas en la red social se les ve sonrientes mientras los pequeños rumiantes los acompañan o se les suben encima.

Clase de yoga con cabras en la granja Jenness Farm. Pulzo.com
Clase de yoga con cabras en la granja ‘Jenness Farm’. / Jenness Farm.
Clase de yoga con cabras en la granja 'Jenness Farm'. Pulzo.com
Clase de yoga con cabras en la granja ‘Jenness Farm’. / Jenness Farm.
Clase de yoga con cabras en la granja Jenness Farm. Pulzo.com
Clase de yoga con cabras en la granja ‘Jenness Farm’. / Jenness Farm.

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De acuerdo con la granja, muchas personas se interesaron en tomar una clase con las cabras, razón por la que su calendario para mayo se agotó “en un poco más de 24 horas”. Ahora, planea vender los cupos de junio.

Además de ofrecer este tipo de yoga,‘Jenness Farm’ fabrica productos de higiene y cuidado personal con la leche de este animal, como jabón y cremas.

En Albany, Oregón, desde el año pasado, Lainey Morse ofrece clases de yoga con cabras en su granja, ‘No Regrets’. Son tan populares que para acceder a ellas existe una lista de espera de más de 1.000 personas, reportó CNN a principios de año.

La mujer cree que el contacto con los rumiantes le hace bien a las personas. “No cura enfermedades, pero las ayuda a afrontar lo que sea que estén pasando”, afirmó al medio.

La parte más divertida, para mí, es ver la cara de las personas cuando una pequeña cabra se les sube encima durante una pose de yoga. Es una distracción, una distracción feliz”, puntualizó.

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