Para ello, trabajaron con varios estudiantes que, luego de leer, respondieron preguntas acerca de cómo habían interpretado cada afirmación, señala Mashable.

Los voluntarios leyeron oraciones como, por ejemplo, “Eres un idiota”, seguido de una carita sonriente, frunciendo el ceño o picando el ojo.

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Algunos leyeron las frases de manera literal, sin embargo, quienes interpretaron las palabras de acuerdo al emoji que las acompañaba, mostraron un comportamiento cerebral muy llamativo:

Es como si el cerebro leyera la frase de una manera, ve el emoji e interpreta nuevamente la información. Hay muchas funciones lingüísticas complejas allí”.

Benjamin Weissman, lingüista de la Universidad de Illinois.

Lo que indica que el cerebro reconoce la ironía y el sarcasmo de un emoticón de la misma manera que lo percibe verbalmente.

 

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