Así lo indica un estudio titulado ‘Running as a Key Lifestyle Medicine for Longevity’ (‘Correr como estilo de vida medicinal clave para la longevidad’), que estima que los corredores habituales reducen entre un 25 y un 40 % las probabilidades de una muerte prematura.

Las pruebas, realizadas en el Instituto Cooper en Dallas (Texas, Estados Unidos) dieron como resultado que correr al menos cinco minutos diarios alarga la vida, y por cada hora de ‘running’, se sumarían siete, resalta ‘The New York Times’.

“Claro que las adiciones no son infinitas. Correr no hace a la gente inmortal”, aclara al diario neoyorquino el profesor de kinesiología en la Universidad Estatal de Iowa Duck-chul Lee, quien estima que los corredores pueden prolongar sus vidas hasta tres años, combinando el ejercicio con hábitos de vida saludables.

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Con dos horas de entrenamiento por semana —que fue el promedio reportado por los corredores en el estudio del Instituto Cooper— los investigadores concluyeron que un corredor típico “pasaría menos de seis meses realmente corriendo en un lapso de 40 años, pero puede esperar un incremento en su expectativa de vida de 3,2 años, para una ganancia neta de 2,8 años”.

Del estudio también se obtienen otras conclusiones:

  • Correr en exceso no es contraproducente para la expectativa de vida.
  • Otras actividades como caminatas o ciclismo también tienen beneficios en cuanto a la longevidad, pero no en el mismo grado que correr.
  • Correr es especialmente poderoso contra la mortandad temprana, porque combate varios factores de riesgo como la alta presión sanguinea y el exceso de grasa corporal.
  • Los corredores habitualmente llevan vidas más saludables que las demás personas.

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