Las personas con la cabeza un poco más grande de los registros promedio tienen más probabilidad de obtener un título académico y de ser más hábiles en las pruebas de razonamiento verbal-numérico, informó Independent.

La investigación, publicada en el diario Molecular Psychiatry, estudió los datos de más de 100 mil personas entre los 37 y 73 años que donaron sangre, orina y saliva, además de información sobre sus estudios, familia y estilo de vida.

En la investigación también se estudiaron 17 genes ‘significativos’ que afectan la función cerebral y repercuten en la salud mental y física, aunque es importante aclarar que cada persona es distinta y existen otros factores que influyen en el desarrollo académico.

Saskia Hagenaars, investigadora de la Universidad de Edimburgo, asegura que “el estudio apoya una teoría existente que dice que aquellos con mejor salud en general son propensos a tener niveles más altos de la inteligencia”.

El tamaño promedio de la cabeza de un recién nacido es 36 cm en los varones y 35 cm en las niñas.

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