Que solo la piel de los dedos de las manos y pies se arruguen y en ninguna otra parte suceda se debe a que esto facilita el agarre de objetos que están bajo el agua u otros que estén húmedos, ya que en el pasado ayudaba a que los ancestros pudieran conseguir comida de plantas, árboles y zonas húmedas, retomó El Mundo.

Esto facilitaba coger alimentos en playas o ríos, y en cuanto a los pies, los investigadores concluyeron que el arrugamiento de la piel les permitía correr mejor pajo la lluvia o en zonas húmedas.

El estudio fue llevado a cabo por expertos de la Universidad de Newcastle y comparó la habilidad de personas que tuvieran los dedos arrugados y los que no, a la hora de coger objetos mojados o bajo el agua.

El resultado fue vidente y mostró que las personas con los dedos arrugados tenían mayor facilidad para lograr levantar un neumático.

Este efecto se da como un proceso activo cuando los vasos sanguíneos de los dedos se contraen y no por el paso del agua a la capa exterior de la piel de los dedos, como se creía originalmente.

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