De acuerdo con una ivestigación presentada por Vice, la lista de denuncias relacionadas con estudiantes, y presentadas a la Fiscalía, es de 10.830, un dato en el que se incluye también a menores de edad.

La publicación recopiló algunas cifras presentadas por investigaciones realizadas en diferentes universidades del país, que concluyen que “el acoso y el abuso sexual en Colombia son una realidad en las universidades, que afectan principalmente a las mujeres estudiantes y que son un problema que necesita atención urgente”.

A pesar de toda la información existente, denuncias y datos presentados por grupos de investigación, el tema parece no tener mucha importancia ni para las instituciones ni para el Estado.

El problema, de acuerdo con Vice, radica en que a pesar de que existe una ley (1257) aprobada en 2008 por el expresidente Álvaro Uribe, que asigna funciones al Ministerio de Educación de “velar para que las instituciones educativas incorporen la formación” en equidad de género y de “desarrollar políticas y programas que contribuyan a sensibilizar, capacitar y entrenar a la comunidad educativa, especialmente docentes, estudiantes y padres de familia, en el tema de la violencia contra las mujeres”, la entidad aún no ha regulado las responsabilidades que impone la ley a las instituciones “por respeto a la autonomía universitaria”.

Según un portavoz del Ministerio de Educación, entrevistado por Vice, son las mismas universidades las que deben encargarse de diseñar programas y políticas de bienestar, sin influencia del gobierno, “por lo cual, el Ministerio no define las acciones en torno a temas como el acoso y el abuso sexual”, explica el vocero.

En algunos casos presentados por el sitio web, los agresores generalmente no reciben mayores castigos, pues sus actos se consideran como “males menores” o no se consideran como faltas disciplinarias, lo que termina opacando las voces de las víctimas y dejando a la vista los grandes vacíos existentes en los reglamentos de convivencia y la indiferencia de algunas universidades.

Solo dos de treinta universidades colombianas ubicadas en la lista QS de Universidades Latinoamericanas, que califica a las mejores instituciones de educación superior, cuentan con reglas específicas sobre equidad de género y violencia sexual: la Universidad Nacional y la Universidad del Valle.

Del resto de universidades colombianas ubicadas en dicho escalafón, solo siete castigan el acoso, la discriminación, los actos que vulneren a un miembro de la comunidad por su género u orientación sexual, o los comportamientos que lesionen su “honor sexual”. Se trata de la Universidad Javeriana, la Universidad del Rosario, la Universidad de los Andes, la Universidad del Norte, la Universidad del Bosque, la Universidad de La Salle y la Universidad Industrial de Santander, destaca Vice.

El informe hace recordar el caso de Juanita Díaz, estudiante de la Universidad Javeriana, quien denunció que en 2011 que fue víctima de abuso sexual, cuando un compañero, Sebastián Guzmán, le quitó parte de su ropa y la manoseó en un cuarto de fotografía de la institución.

A raíz de su denuncia aparecieron otros tres casos de jóvenes que se declararon víctimas del mismo hombre, sin embargo, según las afectadas, la institución actuó “de manera ligera para protegerse de un escándalo”, pues el joven señalado solo fue expulsado de la institución.

Ante la falta de conciencia sobre el tema, estudiantes de la Universidad de los Andes crearon el colectivo ‘No es Normal’, con el fin de prevenir estas situaciones y brindar asesoría jurídica a estudiantes que sean víctimas de acoso y abuso sexual dentro del campus universitario.

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