Desde hace cinco años, la Fundación elige, de entre los muchos términos a los que dedica sus recomendaciones diarias sobre el uso del idioma, su palabra del año.

La primera de ellas fue, en 2013, “escrache”, a la que siguieron “selfi” (2014), “refugiado” (2015) y “populismo” (2016).

Antes de la elección definitiva, las candidatas deben cumplir varios requisitos.

Por un lado, que sean términos que hayan estado, en mayor o menor medida, presentes en el debate social y en los medios de comunicación.

Por otro que, por su formación, significado o dudas de uso, ofrezcan interés desde el punto de vista lingüístico y hayan sido, por tanto, objeto a lo largo del año de alguna de las recomendaciones que publica diariamente Fundéu BBVA.

Finalmente, se intenta que las elegidas sean de uso general en todo el ámbito hispanohablante y no solo en algunas zonas concretas.

Con esos criterios, el equipo de la Fundación ha elegido las doce candidatas de este año que son las siguientes:

Aporofobia: “Fobia a las personas pobres o desfavorecidas” (RAE).

Aprendibilidad: “Se refiere a la habilidad psíquica o mental necesaria para hacer algo y se emplea más concretamente para referirse tanto a las aptitudes naturales como a la actitud positiva que se precisan para permanecer en continuo aprendizaje en el contexto social y laboral actual” (Fundeu).

Bitcóin: (En plural bitcoines) “Es la adaptación al español de bitcoin, plural bitcoins, nombre de esta conocida moneda electrónica” (Fundeu).

Destripe: “Es una alternativa válida al anglicismo spoiler, que se usa a menudo en las informaciones sobre cine y series de televisión para referirse a la revelación de una parte de la trama cuyo conocimiento puede arruinar el interés por el resto de la narración” (Fundeu).

Machoexplicación: “Es un término informal que significa (dicho de un hombre) ‘explicar (algo) a alguien, normalmente una mujer, de forma condescendiente’”, según el diccionario de Oxford.

Noticias falsas: “Una información o noticia falsa puede serlo por faltar a la verdad de forma involuntaria o premeditadamente” (Fundeu).

Odiador: “Dicho de una persona: Que odia” (RAE).

Soñadores: “El sustantivo soñador es una alternativa al anglicismo dreamer, utilizado en los Estados Unidos para aludir a los ciudadanos indocumentados que llegaron a ese país siendo menores de edad” (Fundeu).

Superbacteria: Bacteria que ha desarrollado resistencia total a los antibióticos

Trans: Significa ‘al otro lado de’ o ‘a través de’ (RAE).

“La forma trans es un acortamiento válido de los adjetivos transexual y transgénero” (Fundeu).

Turismofobia: “Aunque por su formación turismofobia puede entenderse como la ‘aversión o rechazo al turismo en general’, en los medios se emplea ya desde hace tiempo para aludir, de forma más específica, al rechazo a la turistificación, modelo turístico caracterizado por la masificación y las consecuencias negativas sobre la población y los trabajadores” (Fundeu).

Uberización: “La uberización hace referencia a las cada vez más numerosas plataformas de economía colaborativa en las que, gracias a internet y las nuevas tecnologías, unas personas ponen a disposición de otros particulares, sin necesidad de intermediarios, diversos bienes y servicios” (Fundeu).

El director de Fundéu BBVA, Joaquín Muller, señala que entre las candidatas “hay algunas palabras de nueva creación, como ‘turismofobia’, que alude al rechazo o aversión al turismo masificado; ‘uberización’, con la que se denomina un cierto tipo de actividad económica basada en plataformas colaborativas, o ‘machoexplicación’, la costumbre de algunos hombres de dirigirse a las mujeres de forma condescendiente”.

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“También se incluyen otras que se han traducido o adaptado de voces extranjeras (‘aprendibilidad’ frente a ‘learnability’, ‘noticias falsas’ por ‘fake news’ o la adaptación a la ortografía española ‘bitcóin’) y algunas más que, no siendo nuevas, han asumido nuevos usos o sentidos, como ‘odiador’ o ‘soñadores’, como alternativas a ‘hater’ y ‘dreamers’.

Desde el punto de vista de los asuntos a los que se refieren “hay muchas que tienen que ver, en un sentido amplio, con los asuntos sociales como ‘aporofobia’ (‘miedo o rechazo a los pobres’) o ‘trans’ como acortamiento válido de ‘transexual’ o ‘transgénero’, aunque también las hay relacionadas con los mundos del espectáculo (‘destripe’ como alternativa a ‘spoiler’) o la ciencia (‘superbacterias’)”.

“Todas y cada una de las palabras candidatas han necesitado una aclaración por parte de la Fundéu, han requerido de un estudio y se ha informado de su existencia o de su escritura adecuada a través de una recomendación o de la publicación de una respuesta a una consulta a lo largo de este año”, explica Muller.

“No por el hecho de que haya habido acontecimientos sociales o políticos de gran relevancia la palabra elegida debe estar ligada a estos, pues puede que esos hechos no hayan generado vocablos nuevos o acepciones nuevas a palabras viejas”, añade Joaquín Muller, quien insiste en que la elegida siempre será actual y, sobre todo, tendrá un interés lingüístico para todos los hablantes del español.

EFE