Archie, el mayor de los dos, se llevó el casete a la oreja y preguntó cómo se encendía. Entre tanto, Óscar, el hermano menor, señaló varios agujeros en los que, según él, se debían poner los audífonos.

Mientras ellos trataban de descifrar el ‘enigma’, su padre los grababa. Hay un momento en el que la hija de James, que solo aparece unos segundos al final del video, sugiere que los casetes se debían conectar a un casete para que funcionaran.

Esa posibilidad fue rechazada por Óscar, pues, de acuerdo con él, en los años 80 “no tenían televisores”. Este pequeño también dio la opción de usar los casetes como gafas de realidad virtual para ver videoclips.

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Durante todo el video, ambos niños golpean y sacuden algunos casetes para hacerlos funcionar. Incluso, uno de ellos manifiesta que el problema es que no tienen baterías.

James indicó a Daily Mail que la idea de que sus hijos descubrieran cómo funcionaban esos aparatos surgió cuando encontró una colección de casetes en un cajón. Como sabía que sus niños nunca los habían visto, decidió mostrárselos.

Añadió que ahora solo quiere conseguir una grabadora en la que pueda reproducirlos para que ellos vean cómo funcionan realmente.

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